
Para Marta, la dermatitis no era solo una condición de la piel, era una constante en su vida que afectaba todo a su alrededor. Lo que comenzó como manchas enrojecidas en sus brazos y piernas pronto se extendió, acompañado de una picazón que no le permitía concentrarse ni dormir tranquilamente. Las cremas y tratamientos tópicos que había usado durante años ofrecían alivio temporal,...